¡Violencia, del grito a al ataque sexual!
Limitar la interacción con amigos y/o familiares, argumentando que determinadas compañías son mala influencia para ti, si así fuera, lo mejor es charlar, ver argumentos y decidir tú, si vas a continuar con esa amistad.
Controlar las relaciones con los hijos, manipular a los hijos para que tengan actitudes negativas hacia la madre puede ser desde hablarles mal de ella los hijos hasta impedir que la vean cuando hay una separación.
Violencia en la sexualidad. No solo existe al momento de estar en la cama con tu pareja, sino que puede haber la desde antes.
Practicas como marcar o dejar huellas de besos o mordidas en lugares visibles como el cuello, no debes de permitirlas si no te gustan, ya sea des un inicio de las caricias o hablarlo antes de iniciar ese noviazgo, o incluso si sientes que ese beso o mordida inocente te va a dejar marca puedes detenerte en ese momento o aclarar que no quieres esas marcas en tu cuerpo.
Pellizcos, nalgadas que para el varón pudiera considerarlos inofensivos o como normal a lo que él tiene derecho por ser el esposo, novio o pareja, por un lado esas muestras aunque él las considere inofensivas si tu manifiestas q no te gustan o agradan debe ser respetada tu decisión, por otro lado si los pellizcos o nalgadas te provocan dolor no debes permitirlo si no te agradan.
Forzar las relaciones sexuales independientemente del estado civil de la relación de la pareja. En relación al coito hay varios aspectos a considerar, en principio de cuentas las relaciones sexuales deben ser consensuadas, ambos deben estar de acuerdo, es un principio básico en toda relación. Además de que estén de acuerdo, también es importante que establezcan reglas desde un principio, como por ejemplo si usarán o no algún método antifecundativo, incluso si quieren o planean un embarazo lo ideal es que ambos estén de acuerdo.
En éste mismo aspecto es importante acordar aquellas prácticas sexuales que sean agradables para ambos, y que ambos quieran, por ejemplo practicar el sexo oral o sexo anal solo deben ser consensuados y no debes ser forzada a ellos. Algo también muy importante es crear señas o palabras claves para que en algún momento de la relación se detenga si tienes dolor o algo te esta lastimando.
Las prácticas sexuales no son una guerra de poder, sino una oportunidad de que los seres humanos compartan sensaciones y experiencias maravillosamente orgásmicas.
Sexólogo Edel Arzola
Para comentarios, dudas o algún tema de interés puedes seguirme en :
Facebook: Bon-sai Sexualidad,
Twiter: Bon-sai Sexualidad,
correo dr.edel.arcast@gmail.com
La violencia contra las mujeres es un tema sin duda muy triste, sin embargo es importante no dejarlo de lado, pues las secuelas de ello y sobre todo las cifras de mujeres que viven en condiciones y situaciones de violencia son alarmantes. Por otro lado, es bueno conocer las distintas caras de la violencia, muchas ocasiones podemos decir que lo vemos en quienes están a nuestro alrededor, pero en también se puede vivir en persona y no ser conscientes de ello.
¿Qué se considera violencia contra la mujer?
No solo un golpe es una forma de violencia, el espectro de violencia contra la mujer es muy amplio. Anular o minimizar tus opiniones, que en ocasiones puedes pensar que no pasa nada, simplemente es una diferencia de opinión, sin embargo, independientemente aquello que se hable, aunque no seas experta en algo, tu pensar es importante, es válido decir que alguien no está de acuerdo contigo, mas nunca, referir que: “no sabes nada”, o “tú que vas a saber”.
Menospreciar o devaluar tu trabajo proyectos, en ocasiones aunque una mujer trabaje en un campo determinado, se ponen en juicio su capacidad para desempeñar tal trabajo por el simple hecho de ser mujer. En otras ocasiones pueden referir que tu trabajo no es tan importante, independientemente del campo en que te desempeñes o las tareas que hagas. Estas conductas tienen un efecto de hacerte sentir alguien sin valor, y pensar que necesitas estar siempre al lado de alguien que te de valor y seguridad como persona.
Controlar tus bienes u objetos personales, tu ropa o forma de vestir. Esto lo podemos ver en relaciones desde el noviazgo, matrimonio o la unión libre, y tiene tantos aspectos como el hecho de entregar a la pareja el dinero o la tarjeta de pago del trabajo. Respecto de la forma de vestir, una cosa es opinar que algo no te va o te queda bien, y otra muy distinta es no permitirte usar aquella ropa con la que te sientes cómoda.
Impedir que trabajes o estudies, tú tienes un proyecto de vida, el cual no tienes porque interrumpir por una relación de noviazgo, y aun casada tampoco es razón de dejar de lado ese proyecto tanto de estudio o de trabajo, tanto si ya lo tenias desde antes de conocer a tu pareja o si es algo que estas empezando a planear. El fundamente de esto la mayoría de las ocasiones por parte de la pareja es que “él ya trabaja y gana lo suficiente para que no tengas tú que trabajar”, sin embargo detrás de este razonamiento viene en buena medida limitar tu interacción con otras personas u hombres.
Gritar e insultar, ésta práctica tiene como objeto intimidar y hacer que la mujer viva en miedo constante de ser agredida verbalmente o incluso que tenga temor a que después de los gritos siga la agresión física.
