Mujeres de Venus.

La literatura erótica se ha confundido a lo largo del tiempo con la lectura pornográfica, sin embargo existen diferencias entre sí, lo erótico estimula sexualmente los sentidos de forma subjetiva, es decir insinuante pero no detallada, la pornografía es la descripción pura y simple de los placeres carnales, muestra la unión sexual directamente; el erotismo es la misma descripción revalorizada, en función de una idea del amor o de la vida social.

 

     Este género literario ha tenido un gran éxito en el público femenino, debido a los prejuicios que rodean a la sexualidad y a la negación que se les ha dado de ésta a la mujeres, es más aceptado socialmente hablando, decir que se está leyendo un libro erótico a ver pornografía o material sexualmente explicito, por eso se le ha apodado “pornografía para mamás”, sin embargo el género está al alcance tanto para hombres como para mujeres.

 

     Se piensa que solo las personas con pareja son aptas para leer este tipo de literatura, pero la realidad es que no hace falta. Si estamos solos(as) y tenemos la mente saturada de problemas, un buen libro erótico nos ayuda a relajarnos y a conectarnos con un mundo de sensaciones que por lo general tenemos abandonados. El libro será nada más y nada menos que una carga de baterías para la imaginación. Las historias y los personajes harán todo el trabajo: ellos protagonizarán las aventuras prohibidas que jamás nos hemos permitido, invitándonos a imaginar y fantasear todo el tiempo, pudiendo llegar a ser un excelente motor y un increíble estímulo.

 

     Algunos de los beneficios que se obtienen al promover este tipo de lectura en pareja, es que permiten a cada integrante conectarse con su sexualidad, sensualidad y erotismo, saber qué es lo que nos gusta y lo que no, tener ideas nuevas para implementar en la intimidad y llevarlo al plano lúdico con nuestra pareja en la cama, la gama de actividades tienen un impacto sobre el cuerpo y la mente que pueden resultar muy benéficas, siempre y cuando toda actividad sea consensuada por ambos integrantes.

 

     Sirviéndonos para autodescubrir sensaciones y comportamientos que pensamos nunca podríamos ser capaces vivir y a la par de que esto se va logrando, también se va elevando nuestra autoestima, porque nos vemos y nos sentimos más sexys.

 

     Pero ojo, hay que tener cuidado, este tipo de libros no representan una salida ni una solución a un problema, son una oportunidad, una opinión, aportan ideas, pero no deben ser leídos como dogmas, lo que le puede servir a uno, puede que no le sirva al otro. Puede ser que muchos libros aseguren recetas para mejorar la sexualidad en pareja o algún problema, pero resulta que así como no puede existir un libro que guste a todos, tampoco hay publicaciones con soluciones mágicas sexuales que resulten para todos, puesto que después de leer un libro con una historia intensa y unos amantes de ensueño se puede generar ansiedad o frustración por comparación, porque nos pasamos el tiempo queriendo imitar a los protagonistas de los libros sin lograr vivirlo de la forma tan excitante como lo describen y que al contrario, genere fricciones entre la pareja.

 

    Lo más importante es que no hay que buscar recetas, ni en estímulos ni en formas, para lograr erotizarnos, debemos recordar que somos nosotros mismos quienes tenemos que redescubrir nuestra sexualidad, trazar nuestro propio mapa erótico y que un libro puede darnos algunos tips para innovar en la relación sexual con nuestra pareja, pero no resolverá los problemas sexuales que existen en la relación, y si el problema persiste o ha llegado a convertirse en una  disfunción sexual es hora de acudir con un especialista.