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La palabra proyecto trae de inmediato a la mente una especie de receta o mejor descrito como “un plan a seguir”. Y casi en todas las áreas de nuestro trabajo o vida existe cierta metodología que nos ayuda a llegar a lo que nos proponemos.

 

   En cuestión de pareja es necesario tomar en cuenta más que solo el método para llegar al objetivo, ya que se involucran dos vidas y cada una tiene sus orígenes y objetivos. Entonces ¿Cómo es que hay que realizar un proyecto de pareja? ¿A qué se refieren con eso de proyectos? ¿Haremos una receta de nuestra vida? Y si así fuera, ¿Por qué sigue habiendo tantas separaciones?. Sin duda estas preguntas nos darán un panorama de la razón por la que es necesario realizar una guía de lo que la sociedad espera de las relaciones afectivas, pero nunca dejar de lado nuestros deseos personales, y claro, no seré yo quien las responda.

 

                                                                                        

Proyecto de ambos

Una guía para planear relaciones afectivas desde el principio es un error, ya que las relaciones verdaderamente efectivas son fortuitas y se fortalecen con el tiempo.  Cuando decidimos  estar más tiempo con alguien es necesario como ya hemos escuchado infinidad de veces “poner las cartas sobre la mesa”, pero no con el objetivo de decir: “- Esto es lo que quiero-“y del otro lado “– yo esto también quiero-“. De ser así, estarían compitiendo desde el principio que conocerse y conocer sus deseos de vida.

 

   Si una persona tiene una guía para obtener relaciones afectivas en realidad nunca sentirá, solo pensará, y esto es algo en lo que no se basan las relaciones afectivas según me dijo mi abuelita.

 

   Es necesario tomar en cuenta las ideas expresadas en la relación. Un gran porcentaje de nuevas parejas desean tener el control de la relación y muy frecuente es que no saben a dónde dirigir el barco. O peor aún, a ninguno de los dos les gusta el rumbo. Es bueno cambiar de planes cuando el tiempo lo amerite y las circunstancias se den para eso, pero es poco frecuente que un crucero con destino a las Bahamas diga a la mitad del caribe a sus tripulantes, “Les habla el capitán del barco, por razones desconocidas cambiaremos nuestro destino hacia Cuba, pero sigan divirtiéndose”… … …

 

Psicólogo Mariano Hernández Duarte

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