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De tal manera que es de suma importancia tomar puntos de referencia para poder caminar como pareja en la sociedad, pero el hecho de desear hacer las cosas como las pensamos hacer sería más sencillo si lo hiciéramos solos, y aun así, no creo que fuera tan exacto.

 

   Por otra parte la sociedad cada día ha fomentado poco la tolerancia hacia diversos problemas, encontramos que incluso no tener el color adecuado para pintar el cuarto es motivo de frustración o incluso no tener cerveza fría lista para el partido de futbol puede ser fatal. No nos extrañe que entonces en problemas verdaderamente significativos y que involucran a alguien más que solo nosotros, tengamos aún menos paciencia para resolver de forma conjunta, lo que de sobra sabemos habrá siempre en una relación.

 

   Considero que actualmente lo que las parejas han olvidado es la paciencia con la que se debe enfrentar lo cotidiano, lo demás como; el respeto, la comunicación y otras cuestiones, son básicas para la socialización y en cualquier tipo de relación es necesaria. Practicar la paciencia es en la relación involucra también algo de lo que la teología llama “Fe”, creer que habrá algo mejor,  al igual que ser prudente ayuda a resolver los problemas de forma en que el cerebro sea primordial antes de que la emoción destructiva se desborde.

 

                                                                                        

Proyecto de ambos

   En psicología es bien conocido el experimento realizado en niños relacionado con la gratificación con bombones, donde los niños tienen que esperan a no comer el bombón que se les presenta, para después obtener más, es decir algo mejor.*( http://3cientos.com/?q=content/la-prueba-del-bomb%C3%B3n-marshmallow-test)

 

   La educación infantil desde hace algunas décadas ha tenido menos momentos de frustración y ese comportamiento se sigue repitiendo. Desafortunadamente vamos persiguiendo satisfacer el deseo que creer en que será buena la espera.

 

   Con todo y esto, la frase “vive el momento” se ha distorsionado a tal grado que se cree que no existirá el mañana, que tal vez no sea como el hoy, y eso que menciono parece como si fuera negativo más que disfrutar lo que se tiene en lo real. Si visualizáramos en cambio que el futuro es lo que vamos construyendo en el presente, tal vez así nos acercaríamos a crear un cuento de hadas, o una historia de calabozos y dragones si es lo que preferimos. Pero sobre todo, previamente construida por nosotros con la ayuda de nuestra pareja.

“y vivieron Felices Para siempre…”

 

Psicólogo Mariano Hernández Duarte

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