Enemigos de la libido femenina
Alimentación: No tener tiempo es una excusa que no es válida a la hora de comer, después de todo “somos lo que ponemos en nuestro cuerpo”, en vez de comerte una hamburguesa con papas fritas opta por una ensalada con pollo a la parrilla. Evita consumir comidas excesivamente grasosas, carbohidratos blancos y azúcar en exceso que además de contribuir a tu aumento de peso, pondrán tu deseo sexual por el piso. En cambio opta por tomar agua, té verde y muchos alimentos orgánicos.
Tóxicos: Una copa de vino de vez en cuando es benéfica para la salud; sin embargo, excederte en su consumo, no. El cigarrillo, el alcohol, las drogas y otro tipo de toxinas afectan todos los aspectos de nuestra salud, incluyendo nuestra sexualidad.
El periodo: Los cambios hormonales e incomodidades que sentimos en los días inmediatamente anteriores y posteriores a nuestro periodo no sólo son incómodos, sino que pueden afectar nuestro estado de ánimo y deseo sexual. Durante estos días trata de caminar, comer más ligero y tomar agua de canela para aminorar estas incomodidades.
Método de anticoncepción: La mayoría de los métodos de planificación disponibles para nosotras contienen hormonas (en mayor o menor medida) lo que, al igual que nuestra menstruación, puede afectar nuestro deseo sexual. Como alternativa a esto, pídele a tu ginecóloga que te explique las alternativas con menor carga hormonal. Puedes ensayar con varios métodos para ver cuál es el que mejor funciona para ti.
Medicamentos: Ciertos medicamentos como las pastillas antidepresivas (como el Prozac) o aquellos que ayudan a regular la presión arterial pueden acabar con el deseo sexual de una mujer. Una buena dieta, ejercicio regular y manejar el estrés contribuyen a disminuir los efectos de estas drogas.
La libido es parte importante en el desarrollo y la participación activa de cada miembro de una relación, pero cuando el deseo sexual no es el mismo en ambos, cambió, bajó la intensidad o incluso parece como si hubiera muerto; comienzan las discusiones de pareja, el distanciamiento, la baja autoestima, la fricción y eso hace necesario tomar decisiones: hablar sobre el tema, acudir a un médico o visitar un terapeuta para que le oriente.
Determinar quiénes desean tener más sexo, si hombres o mujeres parece ser la eterna discusión entre géneros. El deseo sexual varía mucho de persona a persona y el género no es el mayor indicador de qué tanto sexo queremos tener. En el caso de las mujeres, hay varios elementos que hay que tener en cuenta si notas que tu apetito sexual comienza a disminuir.
Clasificación
-
Según su origen:
Confianza: Así como amar a otra persona es imposible a menos que exista amor propio primero, la libertad y disfrute sexual con nuestra pareja están directamente relacionados con lo bien que nos sintamos con nuestro propio cuerpo. Independientemente de la talla que uses, de la cantidad de celulitis, estrías u otras imperfecciones, si eres una mujer segura de sí misma eso quedará claro a la hora de disfrutar de tu sexualidad y de tu relación en general.
Estrés: Descontentos en el trabajo, problemas económicos, conflictos familiares o cualquier otra situación que cause estrés profundo puede afectar el deseo sexual. Realizar ejercicio, recibir un masaje desestresante, salir de viaje o pasar una tarde haciendo tu actividad favorita puede ayudarnos mucho.
Falta de ejercicio: Aunque no todas somos amantes de ir al gimnasio, es importante encontrar una actividad física que nos guste (bailar, jugar algún deporte) que no sólo nos permita mantener un estado de salud óptimo, sino que controla los problemas hormonales que pueden afectar nuestro deseo sexual.