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Infidelidad

En la actualidad, la infidelidad se presentan de múltiples formas y con el avance en la tecnología telefónica, y el internet, es muy frecuente que estos medios se vean involucrados y que sin esperarlo, el mensajito, la llamada inesperada, frente a la pareja, denuncia la traición...

 

La infidelidad en estos días no solo se presenta de manera física, debido al uso de redes sociales y juegos para adultos en los cuáles se puede generar una relación a distancia, teniendo como intercambio mensajes, fotos explicitas, llamadas, cibersexo ya sea por voz, video o ambas.


¿Qué es la infidelidad?  Es una defraudación, es una traición a una relación, la violación de un convenio; la infidelidad tal vez no sea lo peor que un cónyuge pueda hacerle al otro, pero sí puede ser lo más desconcertante y desorientador y por eso el medio más probable de destruir el matrimonio, no necesariamente por su aspecto íntimo, sino a causa del secreto y las mentiras que son igual a la traición.

 

Verdades y mentiras de una infidelidad

 

1.—Las aventuras ayudan a superar las crisis del matrimonio. Quien piense que una tercera persona representa el punto de equilibrio necesario para acabar con la rutina en la pareja habitual, está equivocado. Quizá al principio, el infiel se sienta más motivado o de mejor humor, lo que puede transmitir cierto optimismo en su matrimonio. Pero, no nos engañemos, ser infiel supone tirar por la borda el compromiso, la confianza... y hasta el amor. Una infidelidad nunca puede salvar a un matrimonio.

 

2.— El sexo es la razón de toda infidelidad. Cuando uno se atreve a dar el paso de ser desleal a su pareja es, fundamentalmente, porque encuentra en esta otra persona aquello que no logra en su matrimonio, y el sexo no es el motivo principal. Resulta muy llamativo que en engaños duraderos, la pareja ni se da cuenta de que la están engañando. Esto se debe a una escasa comunicación entre ambos, a que ya no comparten el tiempo ni el ocio como antes... En otros casos se trata de puro ego: se busca la juventud ya pasada y la necesidad de sentirse todavía atractivo/a para los demás.

 

3.— Es más fácil descubrir a un hombre infiel que a una mujer. No siempre es así, lo que ocurre es que el hombre no presta tanta atención a la mujer como para descubrir ciertos detalles, mientras que la mujer es más observadora y a la mínima puede saltar la mínima sospecha. A la mujer, por lo general, se le puede notar más ya no solo por detalles materiales o porque se arregle más, sino por su actitud y comportamiento.

 

4.— Si fue infiel, lo volverá a ser. La afirmación puede resultar más que lógica, pero hay que pensar que en, ocasiones, el arrepentimiento es real y los esfuerzos por recuperar a la pareja son tales que no deben dar lugar a dudas. El verdadero amor también se impone. Otra cosa es que su currículum amoroso llegue a nosotros ya cargado de infidelidades. Conviene no bajar la guardia, si se decide arriesgar por esta relación.

 

5.— Siempre hay que confesar una infidelidad. Es el eterno debate. Para algunos expertos en terapia de pareja, si uno está dispuesto a acabar con el engaño y volver con su pareja habitual, es mejor no confesar para no romper la confianza en la relación. Sin embargo, cuando la relación se ha visto muy deteriorada desde que se produce el engaño, resulta conveniente sincerarse para que la pareja encuentre sentido a todo lo que está pasando y, si decide perdonar, buscar juntos una solución. La decisión de hacer la confesión debe tomarse en función del mal, mayor o menor, que pueda causar, y nunca debe hacerse como una fórmula de quitarse de encima el sentimiento de culpabilidad. Otros terapeutas, sin embargo, optan por contar la verdad y afrontar la situación de cara a mantener la sinceridad ante todo y pensando en que, antes o después, uno puede ser descubierto, aunque la infidelidad terminara hace tiempo.

 

6.— Se perdona todo, menos una infidelidad. Según los profesionales de terapia de pareja es uno de los mitos más extendidos, sobre todo cuando hay constancia de que ha habido una relación sexual. No obstante, a muchas parejas les ha merecido la pena afrontara el gran problema de la infidelidad y seguir juntos. Cuando aparezcan las dudas sobre continuar o no, los expertos apuntan que es mejor hacer caso omiso a las amistades cuando te digan «ni se te ocurra volver», porque seguramente ellos, en tu misma situación, sí volverían con su pareja. Solo debes decidir por lo que más te conviene a ti y a tu pareja.

 

 

7.— Las mujeres son mucho menos infieles que los hombres. Quizá ha sido así... hasta hace poco. Hasta hace unos años la mujer se dedicaba íntegramente a las labores del hogar y cuidar a sus hijos, pero la evolución en su estilo de vida en las últimas décadas ha propiciado que el porcentaje de infidelidades tanto de hombre como de mujeres sea muy similar, según datos de varios estudios en la materia.

 

      Hasta aquí hemos dado un repaso de algunas de las causantes de la infidelidad, y diremos que es necesario, para mantener una buena relación de pareja, establecer cierta independencia y autonomía entre los miembros de la pareja, para lo cual se debe considerar que:  

     *Se debe mantener una buena comunicación efectiva en la pareja.  

     

     *Se recomienda constatar el laso de unión en la pareja.  

 

     *Se considera importante renovar los acuerdos de la pareja.  

 

     Y finalmente, es importante recomendar el revisar cómo quieres vivir, ya que la fidelidad también es un acto de convicción, esto quiere decir que para mantenerte tranquilo (a) en una relación, debes planear que tipo de relación quieres y propones, ya que la infidelidad se relaciona con el acto de mentir o engañar a la pareja, ya que esta desconoce nuestras intenciones.  

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