Guten Tag, Ramón
Sinopsis
Guten Tag, Ramón cuenta la historia de Ramón, un joven de una ranchería del norte del país, que se niega a ser delincuente y decide buscar a la tía de un amigo en Alemania, quien le dará trabajo. Pero al llegar nunca encuentra a la tía.
Sin dinero, sin papeles y sin hablar otro idioma más que el suyo, sobrevive apenas en las calles hasta que conoce a Ruth, una solitaria anciana jubilada. Ella le ofrece apoyo sin hablar el mismo idioma, se comunican con mímica y dibujos. Utilizando el lenguaje universal de la amistad, ambos la entablan de una forma maravillosa.
El director no cae en la típica cinta mexicana que busca hacer hincapié en un problema que ciertamente hay en nuestro país, como la pobreza, el narcotráfico, el crimen organizado o el problema de la migración, pero estos detalles son solo el punto de partida para desarrollar la historia de Ramón en el viejo mundo. Y no es que queramos dejar de lado estos temas que son importantes, el problema es que en ocasiones se satura de estas mismas temáticas y el espectador busca un respiro, y en esta ocasión solo sirve para contextualizar una situación.
Es importante recalcar que la película se filmó en México y Alemania, lógicamente es muy bonito ver escenarios duranguenses en la pantalla grande, se enchina la piel al reconocer algunos lugares que son comunes, pero que se ven desde otra perspectiva, también nos hace valorarla de otra manera al tener como referencia otro país como Alemania, con lugares más ordenados, limpios, modernos, el contraste es evidente y en un momento dado te das cuenta que hay un abismo enorme en los ámbitos social y económico, pero lo que si resalta es el folklore mexicano, el carisma que se emana de nuestra cultura es natural, el personaje de Ramón se gana la simpatía de todos, con ese sabor latino, en una representación natural del mexicano, y estas expresiones nos muestran que son las cosas que le gustan a los europeos, que son más cuadrados y alineados.
El valor de la empatía juega un papel muy importante, al no poder expresarse de forma adecuada, ya que Ramón jamás aprende alemán, nos damos cuenta que el ponerse en el zapato del otro es fundamental, es ahí donde la cinta tiene el mayor acierto, el explorar los sentimientos de la relación que se da entre Ramón y Ruth, el ángel de la guarda del mexicano que lo apoya en todo momento, y hay una escena en particular donde ambos personajes platican entre sí, exploran sus miedos y sueltan el dolor, y aunque literalmente no entienden nada de lo que dicen, son sus ojos, el alma misma las que hablan.
