Mujeres de Venus.

¿Alguna anécdota chistosa que se les vega a la mente? fíjate no es tan chistosa, pero se me hace interesante contarla ya que esta anécdota, marco la vida de todos y cada uno de nosotros,  nosotros tuvimos la oportunidad de estar trabajando una temporada en  Monclova Coahuila,  a lo que íbamos y regresábamos semanalmente, en una de esas ocasiones regresábamos en nuestra van y ha mediación del trayecto de repente nos rebasó una camioneta (lujosa por qué no decirlo ) a muy muy alta velocidad, exageradamente, total nos llamó la atención pero nosotros seguimos  en camino después media hora de camino vimos la trágica escena, si efectivamente la camioneta que nos rebasó había volcado, salió de la carretera y quedo innombrable era completamente puros fierros retorcidos, lo cual nos conmovió muchísimo, tanto que hicimos el alto.

   Bajamos de nuestra van y corrimos hacia los restos de fierros retorcidos y volteados de cabeza que fue alguna vez la camioneta,  y al irnos acercando escuchábamos, gritos de dolor y desesperación pero a muy bajo volumen, y si también efectivamente había alguien atrapado dentro de los fierros retorcidos, el cual estaba muy muy mal,  rápido entre todos hicimos trabajo de equipo, unos con la cruceta desarmadores fierros de ahí mismo, vencimos las puertas de la camioneta, la cual estaba volteada de cabeza, entre que hacíamos eso tratábamos de tranquilizar a la persona dentro hablándole (diciendo en sí que todo iba a estar bien) que no lo dejaríamos solo, que estuviera tranquilo, no dejaba de quejarse hasta que logramos vencer la puerta, y  lo que seguía era que estaba atorado con su cinturón de seguridad, el cual se quedó trabado, a lo cual quebramos una botella de vidrio y con los restos de vidrios logramos cortar su cinturón.

     Con la ventana trasera de la camioneta improvisamos una camilla y lo inmovilizamos con nuestras toallas y ropa, desde adentro lo logramos sacar, lo subimos a la van y así lo llevamos estaba perdiendo sangre y muy muy lastimado, era importante que no se durmiera a lo cual le cantamos unas canciones a como pudimos para mantenerlo despierto, le hablábamos, su nombre es “Don Raúl” aproximadamente de 60 años de edad, después de aprox. 20 minutos de camino, logramos ver una ambulancia entre la nada, lo perseguimos hasta que nos vieron les contamos y se los trasladamos a la ambulancia, ellos lo llevarían al lugar más cercano donde le pudieran dar la atención necesaria y urgente, ahí fue la última vez que lo vimos no pudimos acompañarlo porque nosotros regresábamos de prisa ya que eso ocurrió por la tarde, y nosotros teníamos presentación por la noche en Torreón.

   Esa fue la primera y la última vez que lo vimos, después por medio de teléfonos que intercambiamos con los de la ambulancia pudimos saber que después de días y operaciones se recuperó y salió,  lo cual nos dio mucha alegría al darnos cuenta que nuestro Dios nos había destinado esa misión la cual cumplimos con todo el gusto, y hasta el día de hoy no sabemos de “Don Raúl” pero sabemos que se recuperó, y con eso nos basta, fue una gran anécdota y una bendición haber pasado por esa vivencia.